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Lo que ocurre con los niños y niñas en los primeros años de vida tiene una importancia fundamental tanto para su bienestar inmediato como para su futuro. Si en los primeros años de vida un niño recibe el mejor comienzo, probablemente crecerá sano, desarrollará capacidades verbales y de aprendizaje, asistirá a la escuela y llevará una vida productiva y gratificante. Sin embargo, a millones de niños y niñas alrededor del mundo se les niega el derecho a alcanzar todas sus posibilidades.
Es necesario que cada niño y niña reciba el mejor comienzo en la vida –su futuro y, en realidad, el futuro de sus comunidades, de las naciones y del mundo entero, dependen de ello.
Todos los años, decenas de millones de lactantes alrededor del mundo comienzan una extraordinaria carrera: de indefensos recién nacidos se transformarán en niños activos de corta edad, preparados para ir a la escuela. Y cada año, muchos carecen del amor, de la atención, de la crianza, la salud y la protección que necesitan para sobrevivir, crecer y desarrollarse. Cada año mueren cerca de 10 millones de menores de cinco años de edad y más de 200 millones no desarrollan todo su potencial, simplemente porque ellos o sus cuidadores carecen de las condiciones básicas necesarias para sobrevivir y prosperar.
Panorama general
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Una mujer lleva a su hija a la escuela en el pueblo de Ngoc Lu, en la provincia norteña de Ha Nam, Viet Nam.
Los primeros años en la vida de los niños y niñas tienen una importancia fundamental. Si en esos años iniciales reciben buena alimentación y atención, los niños tienen más probabilidades de sobrevivir, de crecer en buen estado de salud, de sufrir menos enfermedades y de adquirir aptitudes y conocimientos relacionados con el pensamiento, el lenguaje, las emociones y las relaciones sociales. Sin embargo, más de 200 millones de niños y niñas menores de cinco años no reciben la atención y el apoyo que necesitan para crecer físicamente saludables, mentalmente alertas y emocionalmente seguros. Debido a su salud deficiente y su estado de desnutrición, y a que los ámbitos de aprendizaje no les ofrecen suficientes estímulos y tibieza, muchos niños y niñas de todo el mundo comienzan tarde su educación escolar, tienen mal desempeño en la escuela y no desarrollan plenamente su potencial. Las consecuencias de esto no se limitan a las vidas individuales de esos niños y niñas, sino que afectan a familias, comunidades y naciones. La causa subyacente de todos estos problemas es la pobreza.
Los Objetivos de Desarrollo del Milenio, que fueron ratificados por todos los estados miembros de las Naciones Unidas, establecen metas claras y tangibles con respecto a la lucha contra la pobreza y el mejoramiento de los niveles de vida de la población mundial para el año 2015. Uno de los factores que contribuyen a la conquista de esos objetivos es el desarrollo en la primera infancia. Siete de los ocho objetivos de desarrollo del milenio se relacionan directamente con la supervivencia, el crecimiento y el desarrollo de los niños y niñas. Diversos estudios han demostrado que las acciones más eficaces con respecto al mejoramiento del desarrollo humano y la interrupción del ciclo de pobreza son las que se llevan a cabo durante los primeros años de vida de los niños. La prevención resulta más eficaz con respecto al costo que la solución de lo que posteriormente se convierte en un problema.
El obstáculo más grave al desarrollo en la primera infancia es la dificultad para desarrollar y ejecutar políticas eficaces que alcancen a todos los niños y niñas y familias y que garanticen que los menores disfruten de buena salud física y logren el desarrollo necesario para poder aprender. Los aspectos más importantes se relacionan con la socialización de género positiva, el apoyo a los progenitores y las familias y el establecimiento de normas e indicadores adecuados para la planificación, la vigilancia y el registro de los avances logrados en materia de desarrollo en la primera infancia.
¿Por qué es tan importante el desarrollo del niño en la primera infancia?
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En St. Bernadette, un centro católico de desarrollo del niño en la primera infancia que funciona en Maseru, Lesotho, varios niños de corta edad se lavan las manos antes de ir a almorzar.
Los resultados de una vasta gama de investigaciones en los campos de la antropología, la psicología del desarrollo, la medicina, la sociología y la educación ponen al descubierto la importancia fundamental que reviste el desarrollo en la primera infancia con respecto a la formación de la inteligencia, la personalidad y el comportamiento social. En ese sentido, si los niños y niñas de corta edad no reciben en esos años formativos la atención y el cuidado que necesitan, las consecuencias son acumulativas y prolongadas.
Cuando las actividades están dirigidas exclusivamente a aspectos específicos como la salud y la nutrición y no tienen en cuenta la índole holística del desarrollo del niño en la primera infancia se corre peligro de obstaculizar el crecimiento y desarrollo pleno de los niños y niñas. Tanto los factores biológicos como el medio ambiente afectan el desarrollo cerebral y el comportamiento. Por ejemplo, los niños y niñas de corta edad que sufren presiones extremas corren mayor peligro de sufrir problemas cognoscitivos, emocionales y de comportamiento. Esos impedimentos pueden afectar a largo plazo la capacidad de los niños y niñas de iniciar sus estudios escolares y, posteriormente, su desempeño escolar. Para los niños y niñas en situación de desventaja, la falta inicial de actividades que promuevan su desarrollo tiene un efecto multiplicador, ya que los niños que crecen en la pobreza reciben educación inferior a la de los niños de la clase media, debido en parte a la disminución de su capacidad de aprender en clase. Las oportunidades más propicias para ayudar a los niños y niñas en situación de desventaja a comenzar sus estudios escolares en un plano de mayor paridad con los demás niños se producen durante la primera infancia, cuando el desarrollo cerebral de los niños es más veloz y se sientan las bases de su desarrollo cognoscitivo, social y emocional. Todo compromiso de reducción de la pobreza y de incremento de las probabilidades de éxito de los niños y niñas demanda inversiones durante la primera infancia.
La comunidad internacional ha aceptado y promueve el derecho de los niños al desarrollo. La Convención sobre los Derechos del Niño destaca con claridad la importancia del desarrollo del niño la primera infancia cuando dice que todos los niños y niñas tienen derecho a desarrollarse “en la máxima medida posible” (Artículo 6) y que “los Estados Partes reconocen el derecho de todo niño a un nivel de vida adecuado para su desarrollo físico, mental, espiritual, moral y social” (Artículo 27).
Como resultado de las nuevas investigaciones y de la mejor comprensión del significado del bienestar integral de los niños y niñas, el desarrollo del niño en la primera infancia adquiere una importancia cada vez mayor en el temario de promoción y defensa de los derechos de la infancia. El derecho de los niños de corta edad al desarrollo cognoscitivo, social y emocional saludable amerita la atención prioritaria de todos los gobiernos, organizaciones, comunidades, familias y personas responsables. Resulta de singular importancia atender a los niños y niñas con un criterio holístico mediante la prestación de servicios de atención de la salud, suministro de agua y saneamiento ambiental, educación y otras actividades que fomenten su desarrollo pleno.
Mas en .... http://www.unicef.org/spanish/earlychildhood/
Excelentes informaciones!!!!
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